Hay momentos en la vida de un hombre en que los recuerdos se repiten una y otra vez, hasta que pasan a ser parte diaria de los pensamientos, miedos, obsesiones y caprichos. No se puede luchar contra ellos, ni sustituirlos por otros mas recientes, tienes que vivir con ellos .
Ayer fue el día de esos recuerdos, que aunque siempre están, tienen un día del mes declarado oficialmente como el " Día de los Santos Recuerdos "y para que yo no los olvide, todos ellos ; se reúnen en mi mente y comienzan a tomar cerveza y a comer plátanos verdes fritos, hasta que ya no puedo mas y poco a poco los despido con una lágrima, con un suspiro o con un ¡ me cago en... !.
Ayer no pude, un extraño recuerdo se apropio de mí y sin poder hacer nada, se paseo por toda mi mente, entrando sin permiso en los lugares mas reservados. En un momento trate de hablar con él , preguntándole el motivo de su fuerte presencia, pero no me contesto. Seguía ahí, nublando todo lo demás, entorpeciendo a mis otros recuerdos , los propios , por que este que tanto me perturbaba no era mío, o por lo menos, yo no lo recordaba como tal. Era raro estar viviendo, mediante un recuerdo, algo ajeno. Entonces se me ocurrió, que tal ves si yo me apropiaba de el, a lo mejor podía modificarlo, dominarlo y sacarlo de mi cabeza.
Pero este recuerdo ajeno estaba preparado , y sin que me diera cuenta , me implantó muchos otros recuerdos, todos ajenos, como él .
No se si agradecer o enojarme con los recuerdos ajenos, lo cierto es que en el Día de los Santos Recuerdos, no tuve ni siquiera, un Recuerdo Propio.
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